75 aniversari [ 1931 - 2006 ]

de la proclamació de la II República a Mallorca

6.7.06

Responder ante Dios y ante la historia

El generoso pacto durante la transición consistió en no juzgar a los autores de la subversión democrática de 1936 y del posterior atropello de los derechos humanos durante 40 años. Los chilenos y argentinos fueron, por más justos, menos indulgentes. Y aún están juzgando a los que violaron la legalidad y atropellaron los derechos humanos. Reconocer lo ocurrido en España, es el paso mínimo para evitar que vuelva a ocurrir. Y está bien que se haya dado ese primer paso ante los ojos de la misma Europa que abandonó a la II República, también culpable por ello. Todo el mundo debe tener conciencia clara de la naturaleza de aquel atropello y de sus consecuencias personales y sociales. También sus beneficiarios, sus hijos y sus nietos. Y si su ética les impide denunciar lo que hicieron sus padres y abuelos, sería discreto el silencio. Sus reproches, una vez más, a las víctimas, que lo fue todo el país, indican que no han entendido nada. En 1976 todo el país estaban aún atemorizados ante sus verdugos. Y no sin fundamento: el 23-F surgió de una parte de la sociedad que consideraba tan legítimo lo ocurrido en 1936 que estaba dispuesta a reeditarlo 40 años después. Los que han salido beneficiados de los atropellos bajo Franco deberían recordar que él dijo que "respondería ante Dios y ante la historia". Eso está ocurriendo ahora: la historia le juzga. Y, deberían agradecer la indulgencia con la que lo hace. Sus méritos tras la cuaresma de 40 años sin libertad ni respeto a los derechos humanos merecen una respuesta más dura que la simple constatación del atropello.
Alfonso J. Vázquez - Madrid
Cartas al Director
06/07/06