Silencio que habla
Christina Maria Hardt viajó de Nueva York hasta un pequeño pueblo de León para descubrir la verdad sobre la muerte de su abuelo. Años después estrena en España ´Muerte en El Valle´, un documental sobre la dictadura franquista
VANESSA SÁNCHEZ. PALMA.
Francisco Redondo Pérez murió un 26 de febrero de 1948 a consecuencia, según su certificado de defunción, de una hemorragia pulmonar y cerebral. Su familia, sus amigos y sus vecinos sin embargo, conocen la otra historia, aquella que cuenta que fue asesinado a manos de la Guardia Civil víctima de la guerra clandestina contra la dictadura franquista. Nadie habló, nadie recuerda. En 1991, su nieta, Christina Maria Hardt, tras conocer la verdad en boca de su abuela Josefa -"a tu yayo lo asesinaron"- decidió rendirle un homenaje y honrar su memoria. "Hice una promesa a mi abuela, que algún día el mundo se enteraría de lo que sucedió realmente". Y lo cumplió. Diez años después de la primera proyección de Muerte en El Valle, se estrena en Mallorca.
Más de cien horas de material y cinco años de trabajo necesitó Christina M. Hardt para ver su sueño hecho realidad. "Me desplacé de Nueva York a la comarca de El Bierzo un poco sin saber qué iba a encontrarme. Mi familia no quería que destapara los secretos del pasado pero yo tenía otra perspectiva. Necesitaba conocer la verdad y restablecer la memoria de mi abuelo. Era una cuestión de justicia", cuenta.
Sin apenas dinero, "todos los ahorros me los gasté al adquirir la cámara de vídeo", la directora y guionista del documental se desplazó a sus orígenes en compañía de quien por áquel entonces era su pareja. Para su sorpresa, nadie quería hablar. El recuerdo aún era demasiado doloroso. "La gente me prometía ayuda pero al día siguiente no se acordaban de mi. Eso fue lo que más me sorprendió. El miedo existente aún a hablar sobre el régimen franquista".
Rumores
A través de cuchicheos y burlas descubrió la verdad. Sus abuelos, que vivían en El Valle, eran republicanos. Fieles a sus ideales, decidieron acoger en su casa a un grupo de guerrilleros que aún soñaban con restablecer la república. "Pero unos primos lejanos de mi yaya los delató. A ella la metieron en la cárcel dos años, a él lo mataron a tiros justificándose bajo la Ley de Fugas. Pero eso no ocurrió porque él estaba atado y no huyó".
En Muerte en El Valle, Hardt recrea, en un estilo cercano al thriller, los acontecimientos que rodearon la muerte de su abuelo e, incluso, incluye la entrevista con uno de sus asesinos, Ignacio Gil Perdigones, con el que se enfrentó cara a cara. "Fue un momento horrible porque en ningún caso me pidió perdón".
Tras estrenarse en Reino Unido en diciembre de 1996 y recorrer algunas cadenas norteamericanas, el documental llegó a España casi diez años después de su primera proyección y con muchas dificultades. Sencelles ha sido una de los pocos puntos geográficos del país que ha podido disfrutar con el filme, una cinta con la que Christina Maria Hardt ha devuelto el orgullo a su familia. "Tras ver las lágrimas de mi abuela ahora sé que se siente como un héroe de guerra y eso ha sido lo más importante".
Su abuelo hoy seguiría fiel a sus creencias, "porque la libertad se siente sólo haciendo lo que se quiere".
04/07/06
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