75 aniversari [ 1931 - 2006 ]

de la proclamació de la II República a Mallorca

14.5.06

La memoria histórica, patrimonio intangible de la Humanidad

JOAN PASCUAL

Los vientos de la cultura hichan las velas, desde hace unos años, del legado patrimonial intangible sin el que no se puede, de ninguna manera, entender el patrimonio material y monumental. Los casales, los monumentos religiosos, los ingenios artesanales e industriales, la trama callejera, el paisaje urbano y las intervenciones sabias del hombre sobre la naturaleza, simplemente expresan y explicitan, la cultura, las costumbres y las tradiciones de los pueblos.

Seguramente, el proceso de valoración del patrimonio se ha acelerado a medida que la capacidad de intervención perniciosa sobre todo el conjunto heredado se iba también acrecentando. Así, el ciudadano ha visto desaparecer elementos de su paisaje urbano -la mayor parte de veces sin justificación proporcionada- con los que habia crecido y convivido.

Aquellos "compañeros" (edificios, rincones, plazuelas...) de nuestro deambular ciudadano, edificados, quizás, con morosidad,lentitud y esfuerzo, han desaparecido (con la prepotencia de la maquinaria actual) en una tarde. O en un sábado por la mañana como sucedió con la possessió de Son Dureta y su maravillosa torre o con el edificio modernista Olis Balle, situado enfrente de la Sala Augusta.(ya se sabe que los sábados "los de ARCA y asimilados" están más despistados que de costumbre... y también "que los hijos de la tiniebla son más astutos que los hijos de la luz"). El ejemplo más reciente de atentado cometido a toda prisa -y en sábado, claro- es la destrucción del Pont del Tren "para que los vecinos no se encadenen a las barandillas", en sabio comentario del director general de Obras Públicas.

Este desvalimiento frente a la maquinaria (literal y metafórica) del falso progreso ha llevado a proteger cantos, costumbres y eventos que la comunidad internacional no duda en calificar de patrimonio de la Humanidad.

Es el llamado Patrimonio intangible que hoy todavía es inmenso pero del que sólo tienen reconocimiento oficial, por parte de la Unesco, 137 obras maestras del patrimonio oral e inmaterial de la Humanidad.

Este impresionante "palmarés", que empezó a elaborarse en la Convención de París de 2003, incluye masterpieces tan diversas como: los gigantes y dragones de Francia y Bélgica, los cantos Baul de Bangladesh, el teatro de sombras jémer Sbek Thom (Camboya) o la tradición del boyeo de Costa Rica. Por lo que se refiere a España están declaradas el Misteri d´Elx (2001) y la Patum de Berga (2005). Digámoslo de una vez: el patrimonio somos nosotros. Es el hombre la medida de todas las cosas y el ser humano el que se ha expresado y se expresa en el patrimonio material y en el intangible y és también él el que debe conservarlo como un tesoro porque el patrimonio es un arca -permítaseme la licencia- de donde sacamos sin cesar bellezas indescriptibles e infinitas enseñanzas sobre la vida, la historia y los misterios del comportamiento.

En esta línea de pensamiento ARCA quiere afirmar con rotundidad que todas las épocas de la historia deben ser recordadas, evaluadas y respetadas en sus manifestaciones físicas o intangibles. Es por eso que ARCA consideró necesario crear ARCA-Llegat jueu, que hoy es una asociación adulta e independiente pero que, no se olvide, fue, en el momento de su creación (2001) el primer ámbito cultural que tuvieron los descendientes de los judíos mallorquines, después de 577 años, para poderse reunir, expresarse y estudiar su cultura a cara descubierta.

Y nada que ver con el comentario que hizo en su momento un inefable xueta lletraferit: "¡Resentimientos, no!". Y ARCA apostilla: "Por supuesto, señores. Allá cada uno con sus sentimientos y con sus adjetivaciones. Lo sustantivo es que desaparezcan los miedos y el silencio ominoso, en este caso, ¡de seis siglos! Mallorca se lo debía a los xuetes. ¡Sin más!".

Viene a cuento toda esta reflexión porque, con mucha razón, se vuelve a hablar de memoria histórica, aplicada a los republicanos y a los represaliados por el franquismo y de izquierdas en general. Y, como en el caso de los xuetes, no sólo hablamos de asesinatos y torturas, sino de la losa insoportable de un silencio aplastando por décadas a familiares y correligionarios.

Es la injusticia cainita más reciente... pero no es la única. Muchos monumentos son testigos de injusticia, desgobiernos o, por el contrario, de momentos maravillosos de la colectividad o de un individuo particular. En cada uno hay una y cien enseñanzas para hoy y para el futuro... a menos que se destruyan. Esta es la razón por la que ARCA, a quien, visto lo visto, le da igual ser "políticamente incorrecta", ha pedido que no se destruyan, en ningún caso, ni se retiren sistemáticamente, los símbolos y recuerdos monumentales de la época franquista.

Y por lo mismo que defendió contra viento y marea el escudo republicano de la conselleria de Sanitad (uno de los tres que quedan en Mallorca), -sin que nadie abriera la boca, por cierto-, cree ahora que deben respetarse los de la época siguiente. Es el mismo respeto que pedimos para los recuerdos del despotismo ilustrado (escudos de Carlos III), o los del absolutismo de los Austrias, o los de la Inquisición. Y es que como tengamos que poner un pudoroso velo, como ha hecho Correos con el escudo franquista de su sede, a todos los símbolos de épocas no ejemplares o sospechosas de abusos de poder, llenaremos las ciudades de espantajos. Y de paso, habrá que echar abajo las iglesias, insultantes para quienes ven a la religión como opio y opresión.

Por tanto, calma y sensatez. Ya es hora de que los afectados por la represión franquista tengan sus celebraciones periódicas y sus referentes monumentales. ¡No se comprende que las tapias de los cementerios de esta tierra carezcan de una lápida o una estela monumental que clame por aquella ignominia! Para resumir, dejemos que el ciudadano, al conocer la lección perenne del patrimonio histórico, saque sus propias consecuencias, admire e imite el buen hacer de nuestros mayores y, con todas sus fuerzas, luche para que la sociedad no caiga nunca más en los errores del pasado.

(*) Secretaría de ARCA.

Publicat a Diario de Mallorca
10/05/06