República y democracia
Conmemorada la Segunda República y acordado el Año de la Memoria Histórica, se ha criticado aduciendo que ello revive la pretérita división entre los españoles. Si bien sería falaz idealizar aquellos tiempos convulsos, no podemos negligir su legado moral.
En efecto, aunque indirectamente, nuestra democracia encarna los ideales de aquel sueño frustrado, no tanto de un especial sistema político fruto entonces del descrédito de la Monarquía y del sistema de la Restauración, como de la implantación de un modelo verdaderamente democrático. Aunque deslumbrados muchos de sus protagonistas, unos por el espejismo revolucionario y otros por el peligroso fascismo, compartimos sus aspiraciones, sueños que impidieron las hondas diferencias sociales y económicas de España en un contexto polarizado y de ascenso de los totalitarismos.
La República debe ser honrada como precedente pero al mismo tiempo recordada por el fracaso de la división que el gran pacto del 78 superó. Su recuerdo, como la realidad de nuestra recuperada democracia es patrimonio de todos los españoles, que en un proceso de decenios hemos terminado encontrando un espacio para la convivencia y el entendimiento. Ése es el verdadero sentido de la res publica los asuntos comunes de los ciudadanos, unidos en fraternidad, libertad e igualdad.
CARTAS AL DIRECTOR
Heliodoro Villanueva Corral - Elche, Alicante
22/05/06
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home